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Dvigi: Tecnología de ultrafiltración para un futuro más saludable y sostenible

Gisella Djenderedjian - Gerente General de Dvigi.

El acceso al agua potable sigue siendo uno de los desafíos más urgentes del siglo XXI. Aunque parezca un derecho garantizado, más de 2.200 millones de personas en el mundo carecen de acceso seguro al agua, y esto tiene consecuencias devastadoras, especialmente en las comunidades rurales.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 485.000 personas mueren cada año por enfermedades diarreicas vinculadas al consumo de agua contaminada. Esta realidad golpea con más fuerza a mujeres y niños, quienes suelen ser los principales responsables de recolectar agua en zonas rurales. Esta tarea no sólo los expone a riesgos físicos, sino que también los aleja de oportunidades educativas y laborales, perpetuando ciclos de pobreza e inequidad.

Tecnología accesible para mejorar la seguridad hídrica

Frente a este panorama, la tecnología se presenta como una aliada fundamental en la lucha por garantizar la seguridad hídrica. En particular, los sistemas de ultrafiltración se han consolidado como una solución eficaz, sostenible y de bajo costo para mejorar el acceso al agua y saneamiento en contextos donde la infraestructura hídrica es limitada o inexistente.

Esta tecnología permite eliminar bacterias, virus y sedimentos sin necesidad de electricidad ni productos químicos, lo que la convierte en una herramienta viable para comunidades vulnerables. Además, contribuye a la mejora de la calidad del agua, lo cual es vital para prevenir enfermedades de origen hídrico y mejorar el bienestar general.

Cómo funciona la ultrafiltración

La ultrafiltración es un proceso de purificación que utiliza membranas con poros extremadamente pequeños para eliminar contaminantes del agua. En el caso de los purificadores desarrollados por Dvigi, este sistema se combina con carbón activado y filtros de sedimento, logrando una purificación completa sin eliminar los minerales esenciales del agua.

“Nuestros purificadores combinan la tecnología de ultrafiltración con carbón activo y filtros de sedimento, eliminando impurezas y mejorando el sabor del agua. Queremos ser parte de la solución al problema global del agua”, explica Gisella Djenderedjian, Gerente General de Dvigi.

Estos sistemas están diseñados para ser simples de instalar, fáciles de mantener y duraderos, lo que los hace especialmente aptos para comunidades que no cuentan con acceso constante a servicios técnicos o infraestructura.

Un enfoque sostenible y con impacto comunitario

Más allá de su eficiencia, la tecnología de Dvigi tiene un enfoque claro hacia la sostenibilidad. Al no requerir energía eléctrica ni generar residuos contaminantes, se alinea con principios de conservación del agua y gestión sostenible del agua.

En colaboración con Agua Segura, Dvigi trabaja en proyectos de implementación de filtros en comunidades rurales de Latinoamérica. Estas iniciativas no sólo mejoran el acceso a agua potable, sino que también fortalecen el tejido social mediante:

  • Talleres de sensibilización sobre el uso responsable del agua.
  • Formación en higiene y hábitos saludables (WASH).
  • Capacitación para el uso y mantenimiento de los sistemas.
  • Promoción de la responsabilidad corporativa del agua por parte de empresas proveedoras de tecnología.

Cada proyecto es concebido como parte de un enfoque integral que prioriza la educación comunitaria y la sostenibilidad a largo plazo.

Proyectos comunitarios con impacto real

Los proyectos comunitarios de agua en los que participa Dvigi están pensados para generar un efecto transformador. El acceso diario a agua segura implica un cambio radical en la salud, el desarrollo y las oportunidades de vida en comunidades rurales.

Además, al liberar a mujeres y niñas de la responsabilidad de buscar agua, se habilita un mayor acceso a la educación y a la participación económica, lo cual contribuye a la equidad de género.

Estos proyectos también refuerzan la resiliencia de las comunidades frente a la crisis del agua, que se intensifica con fenómenos como las sequías, las lluvias extremas o la contaminación de fuentes superficiales.

Complemento a estrategias ecosistémicas

Aunque la tecnología de ultrafiltración actúa a nivel doméstico, también es parte de un enfoque más amplio que reconoce la importancia de proteger las fuentes de agua. Es decir, no basta con purificar el agua al final del proceso: también es esencial cuidar lo que sucede en el entorno natural.

Por eso, Agua Segura articula esta solución tecnológica con otras estrategias de soluciones basadas en la naturaleza para el agua, como:

  • La restauración de ecosistemas acuáticos.
  • La recarga de acuíferos mediante conservación de suelos.
  • La protección de cuencas hidrográficas.
  • La mejora de prácticas agrícolas para evitar contaminaciones.

Estos enfoques se potencian mutuamente: mientras se preserva el entorno, se proveen herramientas inmediatas para asegurar el consumo seguro en los hogares.

Tecnología con propósito

“Nuestro compromiso es mejorar la calidad de vida en las regiones que más lo necesitan, utilizando tecnología sostenible que transforme el acceso al agua”, señala Djenderedjian.

La misión de Dvigi es clara: hacer que el acceso a agua segura no sea un privilegio, sino un derecho al alcance de todos. Cada filtro instalado representa una oportunidad para cortar con un ciclo de enfermedad y exclusión.

En contextos donde la inversión en infraestructura tradicional tarda años o es inviable, estas tecnologías representan soluciones de reabastecimiento de agua al hogar, inmediatas, efectivas y de bajo impacto ambiental.

Conclusión: innovación para el derecho al agua

La crisis del agua exige respuestas múltiples, desde la restauración de ecosistemas hasta el desarrollo de tecnologías adecuadas para cada realidad. La experiencia de Dvigi demuestra que la innovación social y tecnológica puede ser parte de una solución integral, centrada en las personas.

Los sistemas de ultrafiltración no sólo purifican el agua: abren puertas a la salud, la educación y el desarrollo comunitario. En alianza con organizaciones como Agua Segura, esta tecnología se transforma en una herramienta para construir un futuro más justo, resiliente y saludable para todos.

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Conociendo a la comunidad: el primer paso para un proyecto hídrico exitoso.

Carolina Pittella – Project Manager de Agua Segura

Cuando se trata de proyectos hídricos en áreas rurales, el desafío no radica tanto en el "qué", sino en el "cómo". En mi experiencia, comprender la comunidad y los recursos hídricos disponibles en la zona es el primer paso y más crucial para desarrollar un plan de trabajo eficaz. Escuchar a las personas, entender sus costumbres y necesidades nos permite construir proyectos realistas y sostenibles, que tengan un verdadero impacto en sus vidas.

En el proceso, siempre comienzo por incluir equipos de trabajo locales como aliados clave. Son los primeros en señalar las limitaciones y desafíos a enfrentar. Aunque puede parecer desalentador al principio, es en ese momento cuando surgen las preguntas correctas y se empieza a delinear el verdadero alcance del proyecto. Estos equipos conocen mejor que nadie las condiciones climáticas, los horarios adecuados, los proveedores locales y la logística necesaria, como el estado de los caminos o los costos. Tener en cuenta estos aspectos puede hacer una gran diferencia en el éxito del proyecto y optimizar los recursos.

Además de los equipos locales, las fundaciones que llevan años trabajando en el territorio son piezas fundamentales. No solo conocen las necesidades específicas de la comunidad, sino que también son quienes facilitan el contacto inicial y ayudan a ajustar el alcance del proyecto, si es necesario. Establecer una relación cercana, abre las puertas para implementar soluciones más rápidas y eficaces, ingresar de la mano de alguien conocido al territorio allanará el camino para posteriores retos.

Otro factor clave en la planificación es elegir el canal de comunicación adecuado para cada equipo. No todas las personas se comunican o reciben información de la misma manera. Identificar si un llamado, una videollamada, un mensaje o un correo electrónico es la mejor opción ayuda a mantener el flujo de trabajo eficiente y efectivo. Además, es esencial ajustar la periodicidad de las comunicaciones según los tiempos disponibles y, si es necesario, realizar visitas presenciales para fortalecer las relaciones y asegurar que el proyecto avance sin problemas.

En definitiva, un proyecto en una comunidad rural sólo puede tener éxito si entendemos el contexto y construimos alianzas sólidas con aquellos que conocen el terreno mejor que nadie. Así, el trabajo en equipo se convierte en la clave para llevar agua segura a quienes más la necesitan.

For more information please visit our website: aguasegura.com

¿Cómo mejorar las eficiencias de riego de la mano de los productores? Agua Segura

Esther Camacho Guerrero - Directora del Programa Regenera Bajío, Nuup

En México, como en muchos otros países, el sector agrícola es el principal consumidor de agua. Según datos del INEGI, representa más del 67% del volumen total utilizado a nivel nacional. Esta cifra pone en evidencia la urgencia de implementar estrategias de gestión sostenible del agua, especialmente en un contexto de creciente crisis hídrica.

La seguridad hídrica del país está estrechamente ligada a la capacidad del sector agrícola para adaptarse y hacer un uso más eficiente del recurso. En especial, la agricultura de pequeña escala, que ocupa cerca del 72% del territorio agrícola mexicano, sigue dependiendo en gran medida de sistemas de riego por gravedad, también conocidos como riego por surcos o por inundación. Estos sistemas tienen una eficiencia estimada entre el 20% y el 40%, lo que implica una pérdida importante de agua, muchas veces subterránea, que podría ser mejor aprovechada.

Optimizar el riego es posible: experiencia desde el campo

Desde Regenera Bajío, trabajamos junto a productores para mejorar las prácticas de riego y avanzar hacia una conservación del agua efectiva. Hemos comprobado en campo que, con asesoría técnica adecuada y compromiso por parte del productor, se pueden alcanzar eficiencias de hasta un 80%. Esto se traduce en menor extracción de agua, reducción de costos, prevención de enfermedades agrícolas y, en muchos casos, mejora de los rendimientos productivos.

Pero más allá de las herramientas y tecnologías, la clave del cambio está en el factor humano. La experiencia, conocimiento del territorio y disposición de los productores son fundamentales para lograr una transición hacia una agricultura más sostenible.

Una metodología centrada en las personas

Conscientes de las particularidades del campo mexicano, desarrollamos un enfoque de intervención centrado en las personas productoras. Nuestro equipo brinda asesoría técnica personalizada, con visitas a campo que permiten analizar las condiciones específicas de cada parcela: tipo de suelo, pendiente, cultivos, disponibilidad de infraestructura de riego y acceso al agua.

A través de entrevistas y observación directa, analizamos las prácticas actuales:

  • ¿Cómo riegan?
  • ¿Cuándo y con qué frecuencia?
  • ¿Por qué se elige ese sistema?

Con esta información y datos medidos en terreno, proponemos ajustes prácticos y accesibles, como modificaciones en la programación del riego, instalación de válvulas o pequeñas obras de nivelación. Estos cambios, adaptados a la realidad del productor, suelen tener un impacto inmediato y significativo en la eficiencia del uso del agua.

Cambiar hábitos arraigados: un reto cultural

Uno de los desafíos más relevantes es modificar hábitos que han sido transmitidos de generación en generación. Muchos productores repiten rutinas de riego porque “así se ha hecho siempre”, aunque no siempre sean las más adecuadas para la realidad climática y ambiental actual.

Por eso, nuestro enfoque prioriza el acompañamiento cercano, estableciendo relaciones de confianza desde el inicio del proceso. Escuchar sus dudas, responder con evidencia técnica y respetar sus tiempos es clave para generar transformaciones duraderas.

También promovemos la participación activa de los productores en el registro de datos de campo. Este ejercicio permite que observen por sí mismos los resultados de las mejoras implementadas, lo que refuerza la toma de decisiones basada en evidencia y empodera a las comunidades para cuidar sus recursos.

Reutilizar el conocimiento: un ciclo virtuoso

Otro aspecto esencial de la metodología es devolver a los productores la información que se genera en cada ciclo agrícola. Esto no sólo mejora la gestión del agua en sus unidades productivas, sino que fortalece la memoria colectiva del territorio.

Además, la eficiencia hídrica se convierte en una puerta de entrada a otros temas clave, como la recarga de acuíferos, la calidad del agua, o incluso, la relación entre agricultura y restauración de ecosistemas acuáticos. El agua que no se desperdicia en el campo es agua que puede mantenerse en ríos, humedales o reservorios naturales.

Capacitación, comunidad y soluciones locales

La capacitación es una herramienta transformadora. Por eso, organizamos talleres grupales en las comunidades donde trabajamos, abordando temas como:

  • Retos actuales del agua en México.
  • Derechos y obligaciones de los productores.
  • Herramientas para medir la humedad del suelo.
  • Sistemas alternativos de riego y su mantenimiento.
  • Casos exitosos de transición hacia una agricultura sostenible.

Estos espacios no sólo generan conocimiento, sino que refuerzan lazos comunitarios y propician el intercambio de soluciones que nacen desde el territorio.

Más allá del agua: hacia una agricultura regenerativa

Mejorar la eficiencia del riego es sólo el primer paso. En Regenera Bajío buscamos generar un impacto sistémico, donde la seguridad hídrica se articule con la resiliencia climática, el bienestar rural y la transformación agroecológica del Bajío mexicano.

Esto implica avanzar hacia sistemas productivos que:

  • Contribuyan a la recarga de acuíferos.
  • Eviten la contaminación de cuerpos de agua.
  • Fortalezcan los proyectos comunitarios de agua.
  • Se integren al manejo de cuencas hidrográficas.
  • Respeten los ciclos naturales del agua.

Conclusión: alianzas por el futuro del agua

Frente a la crisis del agua, necesitamos soluciones concretas, escalables y justas. La eficiencia en el riego no es sólo una meta técnica: es una estrategia clave para asegurar el agua de hoy y del mañana. Pero para lograrla, no basta con tecnología. Se necesita conocimiento, acompañamiento y, sobre todo, confianza en la capacidad transformadora de las personas productoras.

Desde Regenera Bajío, seguimos apostando por este camino: uno que une saberes, promueve el aprendizaje colectivo y cuida el agua como el bien común que es.

Informate mas en aguasegura.com https://aguasegura.com/

Hacer visible lo invisible-Agua Segura

Por Manuel Sauri – Director Ejecutivo de Agua Segura

Cuando pensamos en la importancia del agua para nuestra vida y desarrollo, seguramente imaginemos los ríos, mares y lagos que nos alimentan, dan energía y recreación. Si vamos un poco más allá, tal vez reflexionemos sobre la importancia de los humedales y ecosistemas que trabajan mitigando los efectos del cambio climático. Pero hay un lugar donde se concentra prácticamente toda el agua dulce líquida del planeta: debajo de la tierra.

Las aguas subterráneas tienen una enorme trascendencia para la sociedad humana. Su gestión sostenible y su protección son esenciales para garantizar la seguridad hídrica, la producción de alimentos, el abastecimiento de agua potable y la salud de los ecosistemas.

Aguas subterráneas: el recurso invisible que sostiene la vida

Acceder al agua segura es un derecho humano fundamental. Tan solo debemos recordar “el ciclo del agua” que aprendimos en la escuela para entender que lo que hacemos sobre la superficie repercute directamente bajo ella. Si el proceso de circulación del agua se interrumpe, los ecosistemas terrestres pierden su equilibrio, y con ellos, los acuíferos se deterioran.

Según datos de UNESCO, más del 95% del agua dulce líquida disponible en el mundo es subterránea, y se estima que el 50% de la población mundial depende de ella para consumo doméstico.

Estos reservorios naturales abastecen no solo nuestros hogares, sino también sistemas de saneamiento, industrias, y sobre todo, el sector agrícola.

Agricultura y acuíferos: una relación crítica

La agricultura es el mayor consumidor de agua dulce del planeta. De acuerdo con la FAO, alrededor del 40% del agua utilizada para riego a nivel mundial proviene de acuíferos. Y se estima que para alimentar a una población global de 9 mil millones en 2050, la producción de alimentos deberá aumentar un 60%.

Sin embargo, el uso excesivo de aguas subterráneas para regadío puede llevar a su agotamiento, reducción del caudal de ríos, y pérdida de humedales. Además, si se contaminan con agrotóxicos, fertilizantes u otras sustancias, se pone en riesgo su calidad y se generan impactos negativos en la salud pública.

Una gestión sostenible del agua en la agricultura es crucial. Adoptar tecnologías de riego eficientes, mejorar la infiltración en el suelo y reducir el uso de químicos son pasos clave para proteger este recurso invisible.

Conservación y recarga de acuíferos

La recarga de acuíferos es el proceso natural por el cual el agua de lluvia o de ríos penetra lentamente en el suelo y alcanza las capas subterráneas. Pero cuando se deforestan zonas, se compactan suelos o se urbaniza sin planificación, ese proceso se ve interrumpido.

Desde Agua Segura promovemos soluciones basadas en la naturaleza que permiten recuperar esta capacidad natural de absorción: restauración de suelos, reforestación de cuencas, conservación de humedales y sistemas de captación de agua de lluvia.

Estas acciones son parte de estrategias integradas de manejo de cuencas hidrográficas, orientadas a fortalecer la resiliencia hídrica de los territorios.

Agua subterránea y cambio climático

Las aguas subterráneas juegan un rol importante en la mitigación del cambio climático. Al mantener niveles estables en los ríos, sostienen los ecosistemas durante las sequías. También evitan la intrusión salina en zonas costeras, protegiendo las reservas de agua dulce ante la subida del nivel del mar.

Sin embargo, la crisis del agua ha exacerbado la aridez en regiones donde la única fuente de abastecimiento es subterránea. Allí, la gestión sostenible no es una opción, es una necesidad vital.

Calidad del agua: un desafío silencioso

Además del agotamiento, la contaminación de aguas subterráneas es un desafío serio. Sustancias químicas como nitratos, pesticidas, metales pesados o hidrocarburos pueden infiltrarse lentamente y permanecer años afectando la calidad del agua sin ser detectadas.

Implementar sistemas de monitoreo, mejorar la planificación del uso del suelo y fomentar la responsabilidad corporativa del agua son medidas necesarias para prevenir este deterioro.

Hacer visible lo invisible

Las aguas subterráneas no conocen fronteras. Por eso, su preservación requiere una mirada global, colaborativa y de largo plazo. Según UN Water, necesitamos políticas públicas, inversiones y participación ciudadana para hacer frente a los desafíos emergentes.

También necesitamos educación y comunicación. Porque hacer visible lo invisible es enseñar que lo que ocurre bajo nuestros pies sostiene todo lo que ocurre en la superficie. Y que sin agua subterránea no hay agricultura, ni industria, ni salud.

La base de todo desarrollo sostenible

Las aguas subterráneas son un tesoro oculto que debemos cuidar, monitorear y gestionar con responsabilidad. No solo garantizan el acceso al agua y saneamiento (WASH), sino que son la base de cualquier estrategia de desarrollo sostenible que aspire a ser justa, resiliente y duradera.

Conclusión

Estamos frente a un recurso clave para la vida. Invisibilizado por décadas, ahora exige estar en el centro de las políticas, las inversiones y la conciencia colectiva.

Hacer visible lo invisible es reconocer el valor infinito de nuestras aguas subterráneas. Y actuar en consecuencia.

Conociendo a la comunidad: el primer paso para un proyecto hídrico exitoso.

¿Cómo mejorar las eficiencias de riego de la mano de los productores? Agua Segura

Hacer visible lo invisible-Agua Segura