Por Manuel Saurí, CEO de Agua Segura
Fueron 10 años muy intensos, con grandes experiencias emprendedoras, empresariales y personales. Una década tremenda, llena de aprendizajesdesafíos, logros y también de errores que nos enseñaron. Y una de las cosas más lindas fue elegir emprender en agua, un camino que nos obligó a estar siempre presentes, a enfocarnos en lo esencial, a trabajar con ciencia, sin abandonar el arte ni la sensibilidad de vincularse con lo humano.
El agua no es solo un elemento: es territorio, cultura, salud y oportunidadEn estos diez años entendimos que cuidar el agua es cuidar la vida en todas sus formas. Aprendimos que cada cuenca, cada pozo, cada comunidad es un universo propio, con sus voces, sus historias y sus desafíos. Y comprendimos que no se puede transformar nada a distancia: hay que estar en el territorio, escuchar, aprender, respetar y co-crear soluciones con quienes lo habitan.
Un recorrido desde la convicción y la ciencia
En Agua Segura, la ciencia nos dio método: medir, entender, demostrar.Trabajar por la seguridad hídrica exige entender los ciclos del agua, medir la calidad, diagnosticar las condiciones del suelo y del entorno, y planificar desde el conocimiento. Diseñar soluciones a la crisis del agua requiere datos, pero también empatía y humildad..
La tecnología nos dio velocidad y escala. Gracias a herramientas de filtración, monitoreo remoto, sensores de humedad y sistemas de ultrafiltración, logramos llegar a más territorios, de forma más eficiente. Pero también aprendimos que ninguna innovación sirve si no se adapta a la realidad local. Por eso, cada solución implementada fue pensada con y para la comunidad..
La educación como puente
Más allá de la técnica, uno de los grandes pilares de estos años fue la educaciónLos talleres comunitarios, las actividades en escuelas y las campañas de concientización nos ayudaron a construir confianza, a fortalecer la participación local y a fomentar hábitos de higiene y cuidado del agua. El enfoque WASH (agua, saneamiento e higiene) fue una guía clave.
A lo largo de los años, también incorporamos el arte como una herramienta de sensibilización.A través de murales, canciones, juegos y narrativas, logramos conectar con las personas desde un lugar emocional, generando apropiación y sentido de pertenencia en torno al agua como derecho y recurso esencial.
El agua como desafío y motor de transformación
Emprender en agua no es fácil. Es elegir trabajar con culturas muy arraigadas y con urgencias muy crudas. Es atravesar situaciones de gran tristeza, pero también ser testigos de soluciones que transforman vidas. Es apostar a procesos largos, complejos, que requieren paciencia, colaboración y mucha convicción.
Durante esta década enfrentamos contextos de estrés hídrico extremo,territorios con contaminación severa, comunidades sin acceso al aguay escenarios de crisis climática.En todos esos lugares confirmamos que el trabajo conjunto con aliados locales es la base de cualquier proyecto exitoso.La colaboración entre sector público, privado, fundaciones y ciudadanía es esencial para sostener las soluciones en el tiempo.
10 años de impacto colectivo
Hoy, al cumplir diez años, no celebramos solo proyectos o hitos alcanzados, sino un aprendizaje colectivo: que el agua es motor de desarrollo, que el territorio tiene un valor inmenso y que la colaboración es la única vía posible para enfrentar los desafíos. A lo largo de estos años implementamos proyectos de acceso al agua y saneamiento, restauración de humedales, reforestación de cuencas, monitoreo de calidad de agua, mejoras en eficiencia de riego, y más.
Trabajamos con más de 1.000 comunidades, beneficiamos a cientos de miles de personas, formamos a líderes locales y sumamos a jóvenes comprometidos con el desarrollo sostenible. En cada experiencia, reafirmamos que el cambio real ocurre cuando las soluciones surgen desde el territorio,respetando las voces locales y potenciando su conocimiento.
Mirar hacia adelante: lo que viene
El camino que viene es igual de desafiante, pero también más claro. Queremos seguir midiendo, innovando con propósito y, sobre todo, estando: en los territorios, con las comunidades, con los partners, con las nuevas generaciones.
Sabemos que la crisis del agua es una de las mayores amenazas globales. La escasez, la contaminación, el acceso desigual, la pérdida de fuentes naturales y el deterioro de ecosistemas acuáticos requieren respuestas urgentes. Por eso, en Agua Segura apostamos a soluciones basadas en la naturaleza a la restauración de ecosistemas acuáticos y a proyectos de recarga de acuíferos como ejes centrales de nuestra agenda.
Además, impulsamos alianzas con empresas para promover la responsabilidad corporativa del agua.El sector privado tiene un rol clave en la gestión sostenible del agua y puede ser parte activa del cambio. Lo mismo aplica al rol de los gobiernos y a la necesidad de políticas públicas que prioricen la seguridad hídrica como pilar de desarrollo humano
Conclusión: diez años por la vida
Estos diez años nos confirman algo: que el agua es historia, presente y futuro. Y que trabajar por ella es, en definitiva, trabajar por la vida. La conservación del agua es tarea de todos y todas. Cada pozo, cada cuenca restaurada, cada filtro instalado, cada taller realizado es una pequeña gran contribución a un mundo más justo y sostenible.
Gracias a todas las personas, comunidades, aliados, donantes y equipos que hicieron posible este recorrido. Vamos por mucho más: con ciencia, con arte, con datos, con corazón. Porque el agua lo merece. Y porque el futuro que soñamos se construye gota a gota, comunidad a comunidad, proyecto a proyecto.
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